Educación inclusiva desde la diversidad cultural.

¿Cómo concebimos la INCLUSIÓN en nuestra práctica educativa?
Las políticas económicas internacionales han presionado al Perú para que priorice la INCLUSIÓN de los NNEES en Instituciones Educativas regulares, sin antes haber implementado las escuelas para atender a estas necesidades y mucho menos se ha concientizado a los maestros sobre el tema.
Mi experiencia como maestro de educación Primaria en una escuela inclusiva me ha permitido reflexionar sobre la inclusión educativa, pero no una inclusión desde la mirada de las necesidades especiales, sino una inclusión desde la perspectiva Intercultural. Creo y estoy convencido que no es en la necesidad especial que encuentra su esencia la verdadera inclusión, sino que, más bien es en el respeto a las diferencias y el reconocimiento de las potencialidades de la persona humana como tal en el que se da la verdadera inclusión. En tal sentido creo que las escuelas deberían trabajar la inclusión desde la perspectiva intercultural y el respeto a las diferencias individuales, que el punto de encuentro de las diferencias constituyan bases sólidas sobre las cuales se de una auténtica y verdadera inclusión.
En las zonas económicamente empobrecidas como la nuestra, ha sido la necesidad misma la que nos obligó a generar mecanismos de inclusión.
  • En nuestra escuela inclusiva, cada niño recibe apoyo del otro y entiende que la diversidad se da en el más grande reconocimiento.
  • Se aprende a mirar el todo y luego las partes que la componen y cómo estas partes estan incluidas y forman el todo, las partes por separadas son bonitas, pero no tienen significado sino estan formando parte de un todo.
  • Se reflexiona constantemente sobre la mirada de los NNEES como aquellos que no se mueven por sí solos, quienes no hablan bien, quienes no hacen las cosas con sus propias manos, quienes no tienen la capacidad de abstraer y quienes no pueden hacer sus cosas por si mismas, todos estos dependen de lo que los adultos seamos capaces de hacer por ellos, este prejuicio y el utilitarismo no ayuda a los niños a valerse por sí solos y la mirada de los demás como si esas personas no supieran hacer nada, esa mirada los hace más dependientes aún, por eso necesitamos mirar desde otra perspectiva y en eso estamos comprometidos.
  • Si uno se acostumbra a ver sólo lo deficitario, eso puede llevar a la desvalorización de lo humano, por eso através del análisis de lo deficitario se plantea la necesidad de apoyar de acuerdo a la necesidad de cada persona y eso constituye una forma de exclusión.
    “Para romper las prácticas tradicionales asociadas al modelo deficitario, surge la Educación Inclusiva. Esta fue vista en un primer momento como una innovación de la Educación Especial, pero progresivamente se fue extendiendo a todo el contexto educativo, como un intento para que la educación llegara a todos”.
  • La Inclusión desde la perspectiva intercultural genera un cambio de la mirada deficitaria y se concentra en las competencias con una mirada esencial para el desarrollo. Se fundamenta en el hecho de que cada niñ@ tiene su tiempo y su forma de aprender muy propia y la escuela debe ofrecer lo que ellos necesitan; por lo tanto, se hace necesario diagnosticar las causas de las necesidades (positivamente), descubriendo de qué manera se pueden superar los obstáculos, además se deben conocer las capacidades para potenciarlas. “Cuando comento algo de Vigotsky y su teoría sobre la zona de desarrollo próximo, como ese mundo de significados e interacciones entre lo que uno puede hacer solo y lo que puede hacer con ayuda. Y todo ello gracias a la mediación de la cultura y no por los genes, es impresionante saber que puedo desarrollarme. A eso le llamo reconocer las potencialidades y respetar mis diferencias, porque nadie es como yo y nadie sabe lo que yo se” (Entrevista a Miguel, un profesor con síndrome de Down del Proyecto Roma)
¿Por qué es importante que aprendamos a respetar las diferencias?
PORQUE no hay dos personas en el mundo exactamente iguales. Cada persona, incluso los gemelos idénticos, tienen sus propias experiencias y puntos de vista. ¿Tenemos que estar de acuerdo con una persona para que respetemos su derecho a tener una opinión? No verdad. Pero la gente que tiene sus propios puntos de vista y sus propias opiniones es capaz de respetar el derecho de los demás, a discrepar.
A nuestros alumnos no les tiene que gustar necesariamente el mismo método, el mismo deporte ni la misma música que a nosotros, ni tampoco tienen por qué pensar de la misma forma. Por eso es bueno que estemos abiertos a aprender sobre las diferencias. Una parte importante de crecer consiste en estar abierto a aprender cosas nuevas, estar dispuestos a vivir experiencias nuevas y a aprender sobre otras personas sin prejuzgarlas y con creatividad.
Pero, ¿significa el respeto a las diferencias tener que aceptar cualquier comportamiento? No, por supuesto que no. Los comportamientos que implican faltar el respeto a otras personas, como tratarlas mal o intimidarlas, o los comportamientos que se saltan las normas sociales, como mentir o robar, no deberían aceptarse ni respetarse. El respeto consiste en aceptar a la gente por quien es, por su mejor yo - no en aceptar el mal comportamiento. El respeto también implica tratar a los demás como nos gustaría que nos tratasen.
No juzguemos a nadie sólo a partir de la primera impresión, que generalmente se basa exclusivamente en el aspecto físico, tomemos nuestro tiempo para ver otras cosas que van más alla de la simple apariencia.
Muchas veces los maestros prejuzgamos a nuestros alumnos y sus familiares en la medida que generalizamos y de esa manera ponemos en evidencia nuestros propios prejuicios, se escucha a menudo decir por ejemplo: ese niño rinde porque tiene apoyo en casa, ese otro cuya mamá es despreocupada siempre no hace la tarea, ese niño que viene de la sierra no sabe nada porque allá los maestros no enseñan bien, ese es travieso e inquieto porque tiene problemas familiares. Estas y muchas más razones usamos para justificar nuestro trabajo y con ese pretexto no hacer más que lamentarnos y adivinar la suerte que tendrá es@ nin@ en el fúturo, “pobrecito, qué será de su vida”, l@s maestr@s siempre estamos juzgando en función de nuestros propios prejuicios y eso ya es problemático de por si.
LA INCLUSIÓN para nosotros, no es otra cosa que jugar, aprender y trabajar en cooperación con otros; compartiendo objetos y objetivos comunes, donde las diferencias son oportunidades que nos permiten aprender unos de otros y donde todos nos sentimos importantes. Es que, queremos que la inclusión sea un concepto que llame a respetar al otro con su complejidad y diversidad, es decir, contemplar al ser humano como único y múltiple, ampliando nuestra mirada, y profundizando en el tema ético que conlleva la exclusión y discriminación.
El tema es, entonces, revisar nuestra mirada de maestr@s, reeducar nuestra capacidad de escucha, ampliar los parámetros de normalidad dando cabida al pluralismo de opciones, de lo diferente, como una expresión de autonomía de las opciones individuales, ampliar nuestra mirada desde la empatía y respetar las diferencias en vez de excluirla y controlarla represivamente.
Hay que aprender a mirar a las personas en la medida de sus capacidades, potencialidades y diferencias antes que sus carencias y limitaciones.
“Hay que mirar las generalidades para identificar las particularidades y hay que identificar las particularidades para ser justos, equitativos y respetuosos”
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS.
Cuadernos de Pedagogía N°346 Mayo 2005/ N° de identificador 346.016
Entrevista a Ingeborg Trupp, profesora de la escuela inclusiva Charlotte Salomon
Berlín- 2006
Vela César. Proyecto: “¿Prejuicioso yo...? Una propuesta pedagógica sobre la concientización de prejuicios culturales en maestros y alumnos”

Lima, 2007

Comentarios

Entradas más populares de este blog

"EL ACOMPAÑAMIENTO PEDAGÓGICO, UNA ESTRATEGIA PARA TRANSFORMAR LA PRÁCTICA DOCENTE, LA VIDA DE LOS NIÑOS Y PADRES DE FAMILIA"